Después del éxito de «Hombre sintetizador» la banda regia Zurdok regresó a el estudio de grabación con nueva música, este material quedaría plasmado en «Maquillaje».

«Maquillaje», el último disco de Zurdok.

El nuevo milenio vislumbraba una nueva época para el rock en nuestro país, sobre todo para algunas que tuvieron un gran auge en la década de los años 90, un ejemplo muy claro fue la banda regiomontana Zurdok, quienes ya habían dado mucho de que hablar con su antecesor material.

Pese a la salida de Fer Martz la banda siguió con el proyecto, ahora siendo un quinteto y con la voz al frente de Luis Gerardo Garza Cisneros, más conocido como «Chetes», sin embargo ya tenían una reputación ganada de manera notable, alzándose como una de las propuestas más reconocidas en nuestro país.

Para seguir teniendo esta gran aceptación, los integrantes de Zurdok se trasladan a Los Ángeles, California, en donde volverían al estudio de grabación, en esta ocasión el material discográfico podría decirse que era un proyecto ambicioso en el cual requirieron de nueva cuenta los servicios del productor Peter Reardon, quien ya había colaborado en «Hombre sintetizador».

La grabación se llevo a cabo en el famoso estudio de Capitol Records, iniciando en el mes de agosto del 2000 y finalizando en mayo del 2001, finalmente el material discográfico se llamó «Maquillaje» y fue publicado el 10 de julio del 2001, teniendo una duración exacta de 46 minutos, estos desglosados en 12 temas.

De «Maquillaje» resaltan los temas «Estático», «Así es», «Para siempre», «Para bien o para mal», por mencionar algunos en donde destaca ese rock alternativo que fue el sello de Zurdok, pero también fusionando un poco de psicodelia en este material.

Sin embargo, a pesar que «Maquillaje» es considerados por muchos como uno de los mejores álbumes del rock mexicano, el proceso de su grabación fue algo áspero, aunado a la ya antes mencionada salida de Fer Martz, también tuvieron ciertos problemas en la batería, debido a que Jorge Sáenz tuvo dificultades en aprenderse algunos temas, entrando al quite Scott Devours.

Justo antes del lanzamiento otra situación compleja pasaría Zurdok, en esta ocasión el teclista Gustavo «Cátsup» Hernández, sale de la banda de cara a una gira por nuestro país en conjunto con Jumbo. Tiempo después «Cátsup» participa en diversos proyectos como She’s Tease, Quiero Club y el manejo de la disquera independiente Happy-Fi Records.

«Maquillaje» podría decirse que es una gran álbum de nuestro rock, sin embargo como su nombre lo indica, ocultó ciertas fisuras que a la larga tendría como consecuencia el final de un proyecto que pudo haber aportado aún más.

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Un día como hoy pero de 1989, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, lanzan su álbum debut y homónimo, con un estilo musical ampliamente variado y complementado con historias llenas de contrastes.

El álbum debut de la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio.

Al final de la década de los años 80 preludiaba una gran época del rock latinoamericano, diversos estilos y subgéneros emergían de manera imparable, haciendo un sonido meramente propio a una juventud que estaba ávida de buena música.

Los sucesos sociales de Latinoamérica siempre fueron como una inspiración a la libre expresión, y claro en nuestro país el rock sirvió claramente para que la juventud tomará esa bandera gracias a este genero musical.

Uno de los ejemplos más claros fue sin duda la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, quienes estaban conformados por Rolando Ortega «Roco Pachukote», Eulalio Cervantes «Sax», Adrian Navarro Maycote «Lobito», Arturo Reyes Hagen «Tiki» y José Luis Paredes Pacho, lanzaron el 26 de octubre de 1989, el álbum debut y homónimo de la banda.

Maldita vecindad y los Hijos del Quinto Patio presentaba una gran fusión musical que jugaba con el rap, ska, reggae, jazz, punk, rock y hasta el son jarocho, en donde la lírica estaba conformada principalmente por sucesos de nuestra sociedad, empezando por la injusticia, el desempleo, desigualdad y hasta la migración.

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El material discográfico de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio presentaba una duración total de 34 minutos y 42 segundos desglosado en 8 temas llenos de un estilo musical que mucha gente llamó en su momento como «Rock mestizo», algo similar al estilo de Mano Negra o Los Fabulosos Cadillacs.

De «Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio» destacan los temas «Apañón», «Morenaza», «Mojado», por mencionar algunas, cabe señalar que la producción de este disco estuvo a cargo de Oscar López, un personaje que sería importante dentro del rock en México ya que descubrió otras agrupaciones.

«De pronto veo un grupo en una camioneta tocando. Empecé a correr y a decirles vamos a grabar»

Oscar López | Rompan Todo

Este álbum de la Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio sirvió como catapulta hacía la popularidad de la banda y hacía el rock en español, ya que sirvió como una gran influencia para futuros proyectos.

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«El poeta del ruido» es considerado en nuestro rock como un disco de culto, esto debido a su rareza en su sonido experimental y progresivo.

Decibel y «El poeta del ruido»; auténtico sonido progresivo.

Hablar de Decibel es hablar de uno de los exponentes más grandes en el ámbito del rock progresivo mexicano, experimentando sonidos con cintas pregrabadas (algo que actualmente se realiza con samplers), así como la proyección de imágenes y performances en sus presentaciones, algo que innovó de gran manera.

Esto se complementó de gran manera con el lanzamiento de su álbum «El poeta del ruido», debido a su rareza en su sonido progresivo y experimental, ya que en aquella época este sonido de Decibel, compuesto por Carlos Robledo, Moisés Romero y Walter Schmidt, era un estilo poco explorado, incluso muy similar a Chac Mool.

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«El poeta del ruido» fue lanzado en 1980, después de tener una gran cantidad de presentaciones, Decibel decidió grabar su primer material, esto con el apoyo del sello discográfico Discos Orfeón.

El material discográfico presenta en su totalidad 37 minutos y 32 segundos, desglosado en 7 sencillos de gran calidad, de los cuales resaltan los temas: «El Titosco», «Manatí», y «Orgón Patafísico».

A pesar de su peculiar e interesante estilo, «El poeta del ruido» no tuvo un gran éxito comercial en nuestro país, quizá por no mostrar ese rock tradicional que predominaba en esa época, sin embargo, el álbum tuvo una mayor difusión en Europa.

Actualmente los amantes del rock mexicano de antaño, consideran esta pieza como un álbum de culto de la escena progresiva mexicana, ya que consideran a «El poeta del ruido» y a Decibel como uno de los pilares importantes del rock progresivo y experimental en nuestro país.

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